Salmones a contracorriente


Somos salmones nadando contra la corriente que nos empuja hacia la inevitable obsolescencia profesional. Ese río que desemboca en el mar de la más pura irrelevancia laboral. Ese rio que siempre ha corrido a una velocidad uniformemente acelerada y que en estos tiempos corre con mayor fuerza que nunca por obra y gracia de la tecnología, encabezada por la Inteligencia Artificial. Y si encima le añadimos lo que decía J.Paul Getty: "en tiempos de cambios rápidos, la experiencia podría ser tu peor enemigo", pues a la mierda la poesía, no sin antes recordaros que trabajamos en un Mercado encogido (en 2023 había -15% de empresas activas vs 2022, lo que supone un - 6,4% con respecto al punto más bajo -2014- de los últimos 16 años). Y de las pensiones, que en el futuro serán cosa del pasado, ni hablemos, vista la traidora combinación de la pirámide poblacional y esa hucha de las pensiones que se nos rompió, de tanto usarla (va por ti, Rocío Jurado). Y paro ya porque a mí los datos me gustan más que a un tonto un lápiz y como más buceo en ellos, más me ahogo viendo el futuro. Suerte que vivimos en un país donde somos cinturón negro en Panem et Circenses y hoy "echan lo de la isla"

 

Pues bien, si eres de los que has llegado hasta aquí con las venas intactas, bienvenido a las buenas noticias en cuanto a lo que desarrollo profesional se refiere (lo otro, creo que no hay dios que lo arregle. Demasiada incapacidad coordinada). Bienvenido, digo, porque jamás en la historia hemos tenido tantos recursos disponibles, bien gratis, bien a bajo precio (aunque siempre habrá quien se queje del coste de cursos que valen menos que el vino que se están tomando en el último garito de moda) para poder aprender sobre cualquier materia. 

 

Así que si todavía te queda algo de atención que no hayas entregado, junto con tus datos personales, a Facebook, Twitter (perdón, X), Whatsapp y otras chicas del montón, estás de enhorabuena porque, a poco que le combines a tus restos de atención algo de prioridad y foco, puedes llegar a formarte estupendamente bien en cualquier materia y resistirte como gato panza arriba a la corriente en contra, retrasando al máximo lo inevitable, cual crema pija anunciada por la tele (bueno, ahora en TikTok, perdonad mis trazas de boomer).

 

Y si este consejo no te sirve, porque te das por vencido al ver que ni para esconderte sirves. Que no vales ni para aplaudir. Que lo de sujeto-verbo-predicado te suena a hebreo e incluso eres de los que piensa que mola hablar cambiando las "r" finales por "l" (cosa que debería estar tipificada en el código penal), siempre te quedará lo de hacerte cantante de Reggaeton, que es una música que suena igual del derecho que del revés.

 


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