Me preocupa que nos dejamos la salud por conseguir dinero que, cuando conseguimos, tenemos que gastarnos en intentar recuperar nuestra salud.
Me preocupa que a muchas de las personas más influyentes de esta sociedad les cueste deletrear su propio nombre.
Me preocupa que nos gastemos lo que no tenemos para impresionar a gente a quien no le importamos.
Me preocupa que nos creamos quienes somos en lugar de ser quienes creamos.
Me preocupa la gente que defiende que patear bien un balón es mérito suficiente como para gobernar, sin mostrar mayor criterio político que mi abuela, la del pueblo.
Me preocupa que la gente piense que los problemas se resuelven mejor con los estudiantes fuera de las universidades que dentro de ellas.
Me preocupa que la gente crea que Democracia está por encima de la ley, cuando es al revés. Y que no entienda que lo que no es legal no es lícito. Y me preocupa que no entiendan ni siquiera esta frase.
Me preocupa que hay luchas entre gente que no se conoce y se masacra, provocadas por gente que sí se conoce y no se masacra. Luchas de gente que siempre pierde, a costa de gente que siempre gana. Luchas de gente que no sabe, creyendo saber, generadas por gente que lo sabe y hacen que no lo saben.
Me preocupa que la gente se crea que una tierra es más suya que de otro por el simple hecho de haber nacido en ella.
Me preocupa que el sentido común sea el menos común de los sentidos.
Me preocupa que la gente haya dado su voto para gobernar las mayores potencias mundiales a gente a quien no le daría yo ni la hora.
Me preocupa que la gente encienda las teles y apague sus cerebros.
Me preocupa un mundo en el que mueren (más) millones de personas por causas relacionadas con el sobrepeso, mientras que otros tantos lo hacen por no tener qué comer.
Me preocupa que hay más gente con falta de visión que gente con gafas.
Me preocupa que digamos lo que pensamos en lugar de pensar lo que decimos.
Me preocupa que veamos el mundo no como es, sino como somos.
Me preocupa un país en el que las teles cada vez son más grandes y las bibliotecas más pequeñas.
Me preocupa un país en el que, últimamente, hay muertos que se mueven más que algunos vivos. Un país de muertos más vivos que muchos vivos, muy muertos.
Me preocupa un país donde nos escondemos para hacer el amor y la violencia se practica a plena luz del día.
Me preocupa un país donde hay gente que se mata por vivir, mientras otros viven para matarse.
Me preocupa que lo más simple sea siempre complicarlo.
Me preocupa que no paremos de hablar sobre escucharnos.
Me preocupa que una suma acabe dividiendo.
Me preocupa que una mentira explicada por millones de personas pueda llegar a dejar de ser una mentira.
Me preocupa que la felicidad se escriba con qué en lugar de con quién
Me preocupa que la gente deje mella en lugar de ocuparse en dejar huella.
Me preocupa que la gente elija comer bien a dormir bien.
Me preocupa ponerme a pensar, el día menos pensado.
Me preocupa que algún día me olvide de acordarme de todo esto. Y, sobre todo, me preocupa que algún día deje de preocuparme.
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