Rotación y los pollos


¿Tener una alta rotación de personal es bueno?

Popularmente tendemos a contestar un NO rotundo con demasiada alegría, alegando que una alta rotación atenta contra la estabilidad, los costes de reemplazo y otras tantas cosas. Y hay que reconocer que al argumento, lógica no le falta. No obstante, tal y como lo veo yo, la respuesta seria la preferida en Recursos Humanos: "depende".

¿De qué depende, pues?

Pues del tipo de persona o incluso del aire fresco que necesites para ventilar la empresa. Es decir, que tan bueno es tener una "alta rotación de personas tóxicas" (léase, personas chungas que se piran de un modo u otro  / plantilla) como una "baja rotación de personas guay".  El problema es que habitualmente se habla y se marcan índices de referencia para la Rotación como un total que mezcla salidas de todo tipo de personas, en un ejemplo magnífico de la famosa cita en Estadística por la que "si tu te comes un pollo y yo ninguno, ambos nos hemos comido medio pollo". Y la cifra así calculada, en realidad, no sirve para darte una información útil.

Y entonces; ¿qué hacemos?

Identificar a las personas "tóxicas" y marcarnos como empresa un objetivo del 100% de rotación para ellas y de un 0% para el resto. Siempre he defendido que a los "infelices por deporte" hay que ayudarles "a ser felices en otra empresa" librándoles así del mal de permanecer en la misma. Y a este punto, otra reflexión:

Si estás todo el día quejándote de la empresa para la que trabajas pero, curiosamente, no te piras, esto es por una delicada regla universal: o no te quieren en ningún otro lado o, como mínimo, no te quieren "más" de lo que te quiere la empresa para la que trabajas (no me imagino a alguien rechazando continuamente ofertas desorbitadas para puestos mucho mejores...). Por ello, (a) sé consciente de ello y (b) no digo yo que beses por donde pisas pero, al menos, no des el coñazo por la vida, que la tristeza deportiva es incómodamente pegajosa.

Ser responsable de nuestras decisiones y asumir que trabajamos, bien donde queremos, bien donde nos quieren más, resulta un ejercicio altamente recomendable para convivir mejor con nosotros mismos.




0 comentarios:

Publicar un comentario